Casa Taller
En Villa Domínico, Avellaneda, se encuentra nuestro taller familiar, un espacio que no solo es donde confeccionamos nuestras prendas, sino también un lugar lleno de historia y dedicación. Este taller es un legado que heredé de mi madre, quien también se dedicaba a la costura. Desde pequeña, crecí entre telas y máquinas, aprendiendo el valor del trabajo hecho a mano.
Hace más de 20 años, César y yo comenzamos a trabajar juntos, y desde entonces este espacio se ha convertido en el corazón de nuestra vida familiar. No solo vivimos aquí, sino que también compartimos el compromiso de crear moda responsable desde nuestro hogar. Cada prenda que confeccionamos lleva consigo nuestra historia y la pasión que ponemos en cada puntada.
Trabajar en familia nos permite mantener una conexión cercana y dedicada a cada creación. Cada pieza que sale de nuestro taller es única, pensada con amor y confeccionada con materiales de calidad. Además, aprovechamos hasta el último retazo de tela, minimizando los residuos y honrando los principios del slow fashion, para que nuestras prendas sean atemporales y respeten tanto a las personas como al planeta.
Aunque nuestros talleres no se imparten en este espacio, el taller sigue siendo el alma de nuestro proyecto. Desde aquí, confeccionamos cada prenda con dedicación, trabajando en equipo y respetando el legado de la costura que mi madre me dejó. Cada pieza cuenta nuestra historia y refleja nuestro compromiso con un futuro más justo y sostenible.